Hace un tiempo pensé en crear un blog de aula, para poder volcar en él contenidos, experiencias, vivencias y prácticas docentes desarrolladas en el interior del aula.
Y este viaje hoy comienza a ser realidad.
Les dejo este vídeo para que comencemos a incorporar el hábito del reciclado en nuestros hogares y lugares de trabajo, para ahorrar energía y evitar la destrucción de los recursos naturales de nuestro planeta.
Resulta casi criminal que los responsables de poner en circulación productos químicos y las autoridades que los autorizan, dejen librada la vida y la salud de tanta gente,sólo confiando en la eficacia de las advertencias y de las ligeras instrucciones que a veces se les dan sobre cómo manipularlos.
Mientras no haya una verdadera conciencia de los peligros y no haya entonces un cambio cultural que permita que las advertencias sean tomas en serio, miles y miles de familias, sobre todo campesinas, seguirán expuestas a la muerte y a las deformaciones físicas, como viene sucediendo desde hace años en Misiones por el mal uso de los agroquímicos.
De acuerdo con un estudio dado a conocer el año pasado, en Misiones, 5 de cada 1.000 niños nacen con malformaciones. Los casos son más frecuentes en las zonas tabacaleras y pasteras, donde se usan agrotóxicos, y el problema se traslada a todo el ambiente, con la degradación del suelo, la contaminación del aire y de los cursos de agua.
El video muestra las irregularidades cometidas durante el allanamiento de La Mimosa III, una de las granjas de la empresa NUESTRA HUELLA S.A. de Argentina. La misma viene siendo denunciada por la Fundación Alameda desde 2008 por trata de personas, trabajo infantil y reducción a la servidumbre.
Ezequiel Ferreyra, el niño del video de tan sólo 6 años, que trabajaba en las granjas, falleció por un tumor producto de la manipulación de agroquímicos.
Esta es nuestra civilización racional, la que produce una cantidad monstruosa de venenos químicos y artificiales para matarnos de cáncer y otras enfermedades incurables todos los días. Esta máquina de destrucción es imparable, y no hay día que no se arrojen gases que envenenen la atmósfera, que no contaminen ríos y mares, que no deforesten inmensas cantidades de bosques .
¿Qué pueden esperar las siguientes generaciones si en este presente están haciendo todo lo posible para crear un infierno en la Tierra?