Casi todos los satélites de comunicaciones, que retransmiten mensajes de televisión y telefónicos, están en órbitas circulares sobre el ecuador, a una altura de 35.800 km.Un satélite colocado en una órbita de este tipo gira alrededor de nuestro planeta a la misma velocidad que la de la rotación de la Tierra, de manera que siempre se encuentra encima del mismo punto de la superficie de nuestro planeta.
Las compañías de telecomunicaciones prefieren usar estos satélites- que han sido llamados "geoestacionarios", pues parecen estar "estacionados" en el mismo punto- debido a que pueden emplear antenas fijas para enviarles señales a los satélites y recibirlas desde ellos, en lugar de tener que seguir un objeto móvil por el espacio.
Aunque se supone que el satélite en órbita debería de permanecer para siempre en el espacio, en muchos casos no sucede así.
Si la órbita de un satélite lo acerca unos centenares de kilómetros a la superficie de la tierra,la atmósfera que todavía hay a esta altitud origina fricciones, o sea un "rozamiento" sobre el satélite. Finalmente, esta fricción acaba por reducir la velocidad del satélite, el cual entra en la atmósfera terrestre y se incendia.
Fotos: Comisión Nacional de Comunicaciones
Marcianitos Verdes
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