Ciertas características particulares de nuestro planeta han permitido el desarrollo, la evolución y la permanencia de la vida en él:los océanos, una única luna excepcionalmente grande en relación con la Tierra, la persistencia de un campo magnético y la tectónica de placas. La presencia de los océanos se relaciona con una distancia determinada entre el Sol y la Tierra; si ella fuera modificada, no existiría agua en estado líquido.
El tamaño proporcionalmente grande de la Luna estabiliza el eje de rotación de la Tierra, lo que evita grandes
variaciones angulares.
En planetas cuyo eje de rotación varía notablemente (por ejemplo, hasta 60º en Marte), los efectos climáticos aparejados son extremos y pueden constituir un obstáculo para la vida. Si la Tierra no tuviera un único satélite proporcionalmente grande, los campos gravitatorios de los planetas “gigantes”, sobre todo de Saturno y Júpiter, habrían producido variaciones desmesuradas en la inclinación de su eje de rotación.
La existencia de un campo magnético alrededor de la Tierra es un elemento común a algunos planetas del Sistema Solar, como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Sin embargo, en estos el componente rocoso es menor, por lo que no son directamente comparables con la Tierra.
La presencia de este campo magnético que envuelve nuestro planeta devela su actividad interna, ya que se trata de un campo bipolar generado por el movimiento de material metálico fundido en el núcleo externo. Si no existiera un núcleo externo líquido, el campo magnético se extinguiría. Al comparar la Tierra con los demás planetas rocosos (Mercurio, Venus y Marte), resulta que su campo magnético y su intensidad relativamente alta constituyen elementos singulares. Mercurio es el único de esos tres planetas que posee campo magnético, pero su intensidad es cien veces menor que el terrestre.
Este hecho resulta raro, ya que, a partir de la gravedad respectiva, se infiere un gran núcleo metálico en ese planeta. Sin embargo, el contenido de hierro sería muy inferior al del núcleo terrestre, lo que provocaría un imán electromagnético deficitario en comparación con el de la Tierra. Los otros dos planetas rocosos probablemente hayan tenido campos magnéticos, pero se habrían extinguido. La permanencia del campo magnético en la Tierra quizás esté relacionada con la existencia de un núcleo excepcionalmente grande en comparación con sus dimensiones.
El campo magnético terrestre posee polaridad normal en los períodos en los que las líneas de fuerza correspondientes al campo emergen del Polo Sur y convergen en el Polo Norte, como ocurre en la actualidad. No obstante, presenta reversiones bruscas a lo largo del tiempo geológico y el sentido de las líneas de fuerza se invierte (el origen de este proceso es motivo de constante estudio). Si bien estas reversiones se dan en lapsos variables y sin aparente regularidad, ocurren en períodos que oscilan entre menos de cien mil años y varias decenas de millones de años.
El manto astenosférico, a pesar de ser sólido, posee una dinámica particular de movimiento extremadamente lenta, que consiste en que algunos sectores ascienden y se ubican por debajo de los fondos oceánicos y masas continentales, mientras otros sectores se hunden, describiendo celdas de circulación del material (convección).La convección es la mecánica causante de la pérdida de calor de la Tierra, superior a la conducción térmica, que sólo impera en niveles superficiales. Sectores del manto más profundo son calentados, por lo que disminuye su densidad y les permite ascender hasta alcanzar niveles superiores, para enfriarse y volver a descender por efecto del aumento de la densidad. De esta manera, la convección refleja un cuadro heterogéneo de distribución de temperaturas en la superficie del núcleo externo de la Tierra, en el que sectores anómalamente calientes generan penachos ascendentes de roca que fluyen durante millones de años. Otros planetas, como Marte y Venus, probablemente hayan tenido convección a nivel del manto, que se habría detenido por la disipación de su calor interno.
Ver:Estructura interna de la Tierra
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FUENTE:explora educ-ar
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